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42 Madrid, un año revolucionando la formación digital

Se cumple un año desde que José María Álvarez-Pallete inauguró oficialmente el campus de programación que anunciaba que nada sería igual que antes. Una fuerte apuesta de Fundación Telefónica por una metodología disruptiva e innovadora que llegaba a España con el propósito de ser un referente. Echando la vista atrás, solo podemos tener ilusión por el futuro. 42 Madrid es una realidad adaptada a los nuevos tiempos que no para de crecer en el mejor entorno posible, Distrito Telefónica. Es más, dado su éxito, el modelo sigue expandiéndose a otros puntos del país gracias a Fundación Telefónica.

Alvarez-Pallete 42 Madrid Fundacion Telefonica

La revolución digital ha demostrado ser imparable, por lo que la empleabilidad del siglo XXI requiere un nuevo modelo de aprendizaje. En este sentido, José María Álvarez-Pallete, presidente de la compañía, reafirmó hace justo un año la apuesta de Telefónica y su Fundación por la educación «a través de la tecnología como una de las mejores formas de fomentar el progreso, la cohesión social y no dejar a nadie atrás». 365 días después, esos son los cimientos sobre los que se sigue construyendo 42 Madrid.

El tsunami de transformación digital que ha recorrido el planeta en las dos últimas décadas ha impregnado casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, incluida la educación. La tecnología no solo ha redefinido la forma en la que los estudiantes siguen las clases, también ha renovado y diversificado la forma en la que aprenden. Y más ahora que la pandemia ha acelerado este proceso y está cambiando nuestra manera de trabajar, de comunicarnos, de relacionarnos y de aprender. En las escuelas, donde antes había papel y bolígrafo, ahora hay tabletas y computadoras. En 42 Madrid tenemos 300 ordenadores de última generación y ningún profesor. Los estudiantes del campus avanzan en su formación juntos, debatiendo o investigando en internet. O ambos. Acuden a foros de programación online, videotutoriales o repositorios ajenos, lo que les permite aprender a aprender y trabajar colaborativamente en busca de unos objetivos comunes. 

«Queremos que muchas otras personas puedan tener la oportunidad de desarrollar su talento. Por ello, vamos a seguir creciendo juntos y replicar este modelo, como ya hemos hecho en São Paulo y en Madrid», adelantó Álvarez-Pallete en septiembre de 2019. En vista de la acogida que ha tenido el proyecto, y atendiendo a las nuevas circunstancias en las que el mundo se encuentra, la digitalización deja de ser una opción para quienes todavía tuvieran dudas. Con la colaboración de diferentes instituciones públicas, Fundación Telefónica cumple su compromiso de extender el modelo por los cuatro puntos cardinales del país. A los ya anunciados 42 Málaga y 42 Alicante, se unirán próximamente las sedes de Urduliz (Bizkaia) y Barcelona.

Un primer aniversario que nos inyecta un nuevo impulso para seguir trabajando en un proyecto que crece día tras día y que cuenta cada vez con más candidatos y empresas interesadas en captar talento. Algunos datos: más de 25 mil personas se han inscrito en la web de 42 Madrid y todas las plazas para las piscinas convocadas hasta el momento se han agotado en pocos minutos o, incluso, segundos. Son más de 400 los estudiantes actuales para una capacidad máxima de 900, por lo que todavía hay espacio para que más personas puedan desarrollar sus habilidades. Tanto la inscripción como el acceso para hacer las pruebas online no se cierran en todo el año, por lo que esta cifra aumenta cada día. Por otro lado, más de 1300 personas visitaron el campus in situ desde su apertura hasta el mes de marzo con el fin de conocer de cerca la metodología y las instalaciones.

En el primer año de vida de 42 Madrid hemos vivido tal cantidad de eventos excepcionales que parece que haya transcurrido una década entera. José María Álvarez-Pallete y el equipo del campus acompañaron a Rafa Nadal por la academia y pudieron hablar con los todavía candidatos sobre su día a día lidiando con los lenguajes de programación, la frustración y cómo afrontarla. «Mi mayor sacrificio es la capacidad de superación cuando ya he conseguido cumplir mis objetivos iniciales», les compartió como clave para mantener la motivación. Otra deportista de élite y embajadora de Fundación Telefónica, Teresa Perales, fue la invitada de honor en el primer día de la primera promoción de estudiantes. Desde entonces, se han celebrado hackatones, conferencias, talleres, workshops, webinars o bootcamps con la participación de los mejores profesionales del sector tecnológico, muchos de ellos de Telefónica. Hasta un total de 165 eventos en el primer año de andadura. 

Desde un principio, 42 Madrid simboliza un compromiso por la vanguardia y la empleabilidad. Hace un año, el presidente de Telefónica avaló que “lo que nos ha empujado a traer a España 42 es que creemos en una educación que abarque todas las fases de aprendizaje a lo largo de la vida, sin importar la edad”. Actualmente, la media de edad del campus es de 27 años y la diversidad de perfiles no hace más que enriquecer la experiencia formativa. Conviven estudiantes que compaginan sus visitas a Distrito Telefónica con sus estudios universitarios, profesionales que buscan adquirir nuevas competencias o, directamente, cambiar de sector. También hay personas que dedican el 100% de su tiempo a 42 Madrid porque se encuentran en situación de desempleo, han dejado su trabajo apostando por esta experiencia o porque nos han elegido como opción formativa por delante de la educación reglada. Para todos los estudiantes, 42 Madrid representa una oportunidad.

Según Eurostat, un 2,4% de la población ocupada en España en 2019 trabajaba en el sector de la tecnología, frente a una media europea del 3,5%. Partiendo de estos datos cuando arrancó el campus, iniciativas como la de 42 Madrid se revelan como imprescindibles en situaciones tan excepcionales como las que nos está tocando vivir como sociedad. Las palabras de Álvarez-Pallete hace 365 días cobran aún más sentido: «tenemos la necesidad de aprender a reinventarnos constantemente».

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