Actualidad42 Madrid

¿Tenías algún conocimiento de programación antes de lanzarte a la piscina?
Sí, ya en Bachiller empecé a aprender algo de JavaScript por mí mismo en mi tiempo libre, aunque fue por confusión, creía que JavaScript y Java eran lo mismo. Luego en el FP de ASIR que hice empecé a trabajar más a fondo con JS, PHP y SQL. De hecho, fue lo que utilicé en el módulo de proyecto final. Pero ni de lejos se acerca a lo que me tuve que enfrentar a la piscina.

¿Recuerdas qué sensaciones te llevaste a casa al volver a casa tras tu primer día de piscina?
El recuerdo es algo vago, hace ya algo más de un año, pero puedo asegurar que fue un cóctel de emociones fuertes. Por un lado, cierto miedo de no estar a la altura, por otro, motivación por seguir y zambullirme en un mundo nuevo. Recuerdo que empecé esa misma tarde a organizarme el horario y medir tiempos de viaje para sacar el mayor partido posible al tiempo que pasaba en el campus.

Pero, sin duda, me di cuenta que esto era lo que buscaba. En el FP nos metieron en la cabeza la idea de aprender a ser autosuficientes o a “buscarte la vida”, como decían ellos. En 42 es lo primero con lo que te encuentras, solo tienes a Google y tus compañeros y compañeras y me encanta.

¿Cuál ha sido el mayor desafío personal al que te has enfrentado desde que eres estudiante de 42 Madrid?
Creo que, tanto yo como los demás estudiantes podemos decir que unos de los mayores retos en una formación como esta, libre de horarios, es la propia organización y gestión del tiempo. He sido siempre un desastre para ponerme a estudiar y llevar las cosas al día; el programa te enseña a valorar tu tiempo, evitar procrastinar y saber cuándo tienes que ponerte a trabajar y también cuando tienes que parar y tomarte un descanso. Aprender a ordenar el tiempo, es aprender a ordenar tu mente y evitarte muchos malos ratos.

En lo personal, otro gran reto para mí ha sido el maldito síndrome del impostor. Desde la piscina ya empezaba a decime “no eres capaz”, “aquí hay gente que sabe mucho más que tú”. Es algo que he tenido que enfrentar durante mucho tiempo y a día de hoy puedo echar la vista atrás y decirme “ves como sí eras capaz”, da igual que no sepas cómo tocar un ordenador, aquí vienes a aprender tengas el nivel que tengas, los juicios propios te los dejas en la puerta.

¿Y el momento más divertido?
Hay tantos que me cuesta decidirme por uno. Creo que uno de los mejores ha sido cuando en la última piscina les dejamos a los piscineros dos piñas, con una nota “la piña es importante” y ver su cara de confusión y sorpresa. Incluso le pusieron nombres, la piña Gazpacho siempre quedará en mi corazón. Lo mejor vino cuando se organizaron para hacer un árbol de piñas por navidad, entonces la cara de sorpresa fue la mía.

Teniendo la opción de seguir trabajando en remoto, ¿por qué has elegido seguir avanzando en tu formación de manera presencial en el campus de 42 Madrid?
De manera forzada todos tuvimos que realizar parte del cursus en remoto y puedo decir que noté mucho la diferencia. La motivación y el ambiente no es el mismo, no tienes ayuda tan inmediata, te ofuscas, tardas más llegar a la solución y tiendes mucho más a procrastinar.

En cambio, en el campus me es más fácil concentrarme, puedo mantener una conversación con gente que bien que está en mí mismo proyecto o que ya lo ha acabado y me puede aconsejar. También nos hemos organizado en grupos en el que todos estamos en el mismo nivel para ir explicando nuestros hallazgos a los demás.

¿Sientes interés por alguna tecnología o área en particular?
Vine a 42 sin un objetivo en particular, con ganas de aprender de todo y alimentar ese frikismo que tengo por la informática. Pero dentro de todas las ramas que me gustaría probar las principales son las tecnologías de CI/CD y el mundo de DevOps, el Machine y Deep Learning y el desarrollo de aplicaciones web. Creo que son ramas que se complementan muy bien y son tecnologías que están en continuo crecimiento.

Lo bueno de estar en 42 es todos los proyectos que nos permiten conocer mejor estas tecnologías y todos los eventos, talleres y charlas que se hacen tanto en el campus como en toda la Network. Y que me permiten aterrizar un poco y darme cuenta de en cuál área quiero seguir desarrollándome y en cual no de manera totalmente flexible. Me gusta tener la libertad de saltar de una rama a otra como un ninja del código.

Siendo ambicioso, ¿cómo te ves en cinco años? ¿Y en quince?
En cinco años me veo trabajando en un proyecto grande, trabajando con IA o trabajando como Administrador de Sistemas usando tecnología de CI/CD. Pero sobre todo que sea un puesto que me permita seguir aprendiendo cosas nuevas, innovar y poder experimentar con nuevas tecnologías y metodologías.

No he llegado a pensar tan a largo plazo que quiero hacer con mi vida. Pero creo que de aquí a quince años me gustaría ser parte de un proyecto open source importante como lo ha sido Docker, Ansible o Kubernetes.

De los eventos, presenciales y en remoto, celebrados en 42 Madrid, cuál o cuáles te han marcado más o sido de mayor utilidad y por qué.
En general disfruté de las charlas que se impartieron en la Semana de la Mujer en 42 Madrid con muchas de las grandes mujeres que hay dentro de Telefónica, sobre todo con las de IA y Big Data.

Por otro lado, todas las conferencias que se impartieron por parte de los compañeros durante la semana de la Global Game Jam del año pasado me fascinaron, pude aprender aún más cómo funciona el proceso creativo y técnico del desarrollo de un videojuego.

Pero la que quizás más me marcaron, fueron la charla de “Valores y Derechos Fundamentales que necesita tener la Inteligencia Artificial” con Richard Benjamins y Christoph Steck y “[From Zero to Data Lover]” con Ismael Rihawi. Ambas me despertaron curiosidad por el mundo de la Inteligencia Artificial y la ciencia de datos.

Echando la vista atrás, ¿qué le aconsejarías al Curro del primer día en el campus?
Soy de las personas que creen que los errores del pasado han sido necesarios para construir a la persona que soy hoy. Creo que los fallos que pudo cometer el Curro de hace un año les hacen falta. Y los que me quedan, como siempre se dice.

Pero de tener que darle un consejo le diría que no perdiera el tiempo y sobre todo que da igual que se bloquee o se atasque, para eso están sus compañeros. Solo necesita paciencia y creer más en sí mismo.

Tres palabras o conceptos con los describirías 42 Madrid:

• Colaboración
• Crecimiento
• Comunidad

Estimados reclutadores, si queréis saber más de Curro, este es su perfil en LinkedIn.