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Un mural con historia

Manuel Córdoba llegó a 42 Madrid para compaginar sus dos grandes pasiones: la programación y el diseño. En el camino se ha enfrentado a numerosos retos, el más reciente idear y construir un mural interactivo con el que todos los estudiantes se identifiquen. En esta entrevista nos explica cuáles herramientas tecnológicas ha utilizado, sus aspiraciones profesionales y los aprendizajes que ha supuesto su inmersión en el campus de programación gratuito de Fundación Telefónica.

¿Por qué decidiste formar parte de 42 Madrid?

Antes de llegar al campus estaba estudiando diseño. En agosto del 2020 decidí inscribirme porque descubrí que en 42 podía fusionar el diseño y la programación, por lo que me servía para aprender de manera sólida el programa.

¿Cuál es la historia detrás del mural?

Una gran pared blanca de la segunda planta del campus llevaba mucho tiempo vacía y se realizó un concurso para transformarla en un mural. Hubo varias propuestas y la mía fue la ganadora. En 42 tenemos muy presente la novela “Guía del autoestopista galáctico”, que da nombre a nuestro campus, y no hay nada más representativo que tener un mural de la galaxia que sea interactivo y vaya más allá de lo visual, así que puse en marcha una propuesta que integrara todos estos aspectos.

¿De qué forma es interactivo el mural?

Este mural es parte del Internet de las cosas (IoT), por lo que todas sus partes están interconectadas y se pueden modificar desde cualquier lugar. Hay tres maneras de interactuar con él, una de ellas es mediante los botones que hay dentro de la pared, que cambian de estado cuando son pulsados por alguien. La segunda es a través de las puntuaciones que los estudiantes obtienen en sus respectivas coaliciones (grupos que se nos asignan al entrar a 42, similares a las casas de Harry Potter). Esos puntos los tenemos en nuestra Network y los compartimos con la API, que posteriormente los envía al mural. Y la tercera es mediante la realidad aumentada y realidad virtual.

¿Cómo funcionan los botones? 

No son botones comunes que al pulsarlos haces clic, son táctiles. Hay unas planchas de cobre que se fusionan y la mano de quien lo pulsa cierra el circuito, de esta forma detectan que alguien los ha tocado y envían una señal al mural.

 ¿Qué herramientas tecnológicas has utilizado?

Utilicé los datos de la API de la intranet de 42, que se consiguen mediante una URL que llama a un ordenador y te devuelve los que tiene asociados a esa llamada determinada. Además, en los procesos de realidad aumentada y realidad virtual hay algunos tramos que he realizado con UNITY, un software que comúnmente sirve para la creación de videojuegos, aunque se puede usar para múltiples cosas. También hay otros tramos que he hecho directamente en la web.

 ¿Ha supuesto un reto para ti?

Aunque ha sido un proceso complejo, he aprendido muchísimo sobre realidad aumentada, realidad virtual e IoT. Antes de entrar a 42, cuando hacía proyectos en mi casa, construía semáforos e interactuaba encendiendo luces o modificando visuales en tiempo real en la pantalla. Al llegar al campus me encontré con que, de repente, ya no tenía enfrente una pantalla sino una pared de 16 metros, lo cual significó un reto muy grande y satisfactorio para mí.

 ¿Qué salidas laborales ves en un futuro?

Ahora mismo el metaverso tiene una gran repercusión en el mercado laboral. Me llama mucho la atención porque sé hacer diseño 3D, interactuar y realizar proyectos que tienen parte de realidad aumentada y realidad virtual. De pronto se han unido esas tres cosas que ya yo sabía hacer, así que me entusiasma muchísimo.

Manuel acude al campus de Madrid casi todos los días de la semana para continuar sumergiéndose en la programación. Cada desafío que se encuentra en el camino significa un nuevo aprendizaje que potencia sus habilidades y lo impulsa en su crecimiento profesional. Si tú también quieres ser parte 42 Madrid te animamos a inscribirte en nuestras próximas piscinas.