Actualidad42 Madrid

En la novela “Guía del autoestopista galáctico” que da nombre a 42, se dice, literalmente, que “una toalla es lo más útil que un viajero intergaláctico puede tener. Te sirve de cobija en momentos de frío, como cubrebocas cuando visitas planetas pestilentes, para confundir a la sorprendentemente estúpida bestia de Traal que piensa que si tú no la puedes ver, ella no te puede ver a ti y claro, para secarte después de un baño, si es que sigue limpia”. Siguiendo esta analogía tan disparatada, pero con un trasfondo más serio de lo que pudiera parecer, hemos recibido a un autoestopista galáctico de referencia, uno que nunca tira la toalla y que ha conseguido superar infinidad de retos gracias a su entrega y talento. ¡Un campeón del mundo!

Recibimos a Alejandro Valverde en un encuentro moderado por Luis Miguel Olivas, director de Empleabilidad e Innovación educativa de Fundación Telefónica, que también permitió las preguntas directas de los estudiantes y candidatos de la piscina que se está desarrollando actualmente. El primer tema candente: la seguridad vial. La bici es parte del paisaje urbano en un buen número de ciudades españolas y su expansión es imparable, pero la convivencia entre los vehículos de dos ruedas y los de cuatro no llega a consolidarse sobre las bases del respeto, la formación y las normas de las autoridades de tráfico. Conocimiento y respeto de las leyes, educación vial como asignatura impartida en los colegios, el respeto al más vulnerable y una buena labor de difusión de las normas de tráfico por parte de la DGT son algunas de las soluciones que se vienen planteando desde diversos sectores afines a la problemática. De ahí nace la iniciativa “Rodamos juntos” promovida por Movistar en la que el mensaje por el respeto y la convivencia en carretera entre los conductores de vehículos a motor y los ciclistas es el leit motiv. “Yo solo veo que todas las semanas hay más y más bajas y esto es un goteo que debe parar. Cada vez somos más en las carreteras pero a la vez cada vez hay menos respeto hacia nosotros», afirmó Valverde.

Para entender las decisiones del ciclista del Movistar Team hay que partir de una premisa: es un deportista que disfruta de su profesión. Tiene 41 años, un palmarés rutilante de 130 victorias y una trayectoria inoxidable de 20 temporadas en la élite en la que ha ganado prácticamente todo. Y se niega a envejecer. Enamorado de su estatus en el pelotón, de su vida de ciclista, de su rutina diaria en los entrenamientos con sus compañeros y de un equipo donde le aprecian más allá de los resultados, Valverde se encuentra decidido a seguir ofreciendo su máximo rendimiento hasta el 2022, cuando cumpla exactamente 42 años, toda un señal, como apuntó Luis Miguel Olivas. En este sentido, y en paralelismo con muchos de los estudiantes de 42 Madrid, nunca es tarde para empezar ni para practicar el ‘lifelong learning’. Aprender durante toda la vida ajustando los conocimientos y habilidades a las necesidades del mercado. Solo había que echar un vistazo rápido a los asistentes al evento para percatarse de la variedad de perfiles que cohabitan en el campus. Aunque la media de edad es de 27 años, 42 representa una gran oportunidad para todos los estudiantes, pero una oportunidad diferente para cada uno de ellos. Estudiantes recién salidos del instituto, profesionales activos con ganas de reskilling o upskilling, parados, estudiantes universitarios, emprendedores… Valga la redundancia, larga vida al lifelong learning.

El ciclismo es uno de los deportes más tecnológicos. No solo los profesionales, sino los aficionados cada vez demandan más aplicaciones y dispositivos para mejorar las prestaciones de su montura y para medir sus progresos, para inmortalizarlos. Es más, se podría afirmar que, hoy en día, una bicicleta es un ordenador rodante. Valverde hizo un paralelismo muy claro en su charla con Luis Miguel Olivas y los estudiantes: “Cada vez nos parecemos más a la Fórmula 1”. La tecnología ayuda a mejorar el entrenamiento y el rendimiento, arañar segundos gracias al control total de datos, también la seguridad, la comodidad y la pasión por las dos ruedas. Además, los dispositivos cada vez pesan menos y son más potentes. Se pueden monitorizar tantos datos como en un coche de carreras, y la dotación electrónica reduce la distancia entre el equipamiento de un amateur y un profesional como Valverde. 

Pero, más allá de los equipamientos, entran en juego tecnologías como el Big Data, el Machine Learning y la Inteligencia Artificial. La gran cantidad de datos que se manejan en equipos punteros como el Movistar Team hacen que los ciclistas y entrenadores sepan con gran certeza cuál es el estado de forma en el que se encuentran los atletas con un mínimo grado de error. Esta es una de las razones principales por las que el nivel medio del pelotón internacional es mucho más elevado que hace una década. Hace algunos años podíamos ver como cuando la carretera se ponía cuesta arriba dos o tres ciclistas hacían grandes diferencias con el resto. En la actualidad, no existen diferencias tan abultadas y, normalmente, en las rampas de los últimos puertos se puede observar como grupos de 10 o incluso 15 o 20 ciclistas se juegan la carrera hasta los últimos metros. ¿Cuál es el motivo por el que sucede esto? La tecnología. “Antes de empezar una etapa, podemos saber cuánto nos va a costar acabarla. Cuando empecé, esto no sucedía”. Efectivamente, Alejandro Valverde dejará profesionalmente un ciclismo muy diferente al de sus primeros años. Por supuesto, aquí existe uno de esos debates en que los que nadie se pone de acuerdo.

Sobre las aplicaciones del Big Data, el Machine Learning y la Inteligencia Artificial al mundo del deporte escribiremos próximamente, porque la visita al campus de 42 Madrid de uno de nuestros grandes campeones de siempre no fue una ocasión para extenderse en ello. Nos visitarán pronto profesionales de la casa para hablar de ello y compartiremos todo su saber. Mientras tanto, agradecemos a Valverde su cercanía, humildad e interés por lo que se cuece en los clusters del campus. Lo dicho, ¡te esperamos de vuelta, Alejandro! ¡Todo un ejemplo de superación y no tirar la toalla! 🏆