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Robótica y empleabilidad
En la piscina entran todo tipo de perfiles, desde personas a las que les cuesta localizar el botón de encendido del Mac hasta genios del cacharreo, en este caso hemos tenido la oportunidad de acercarnos a uno de los segundos para que nos explique un poco mejor el mercado laboral de la robótica. ¿Diseño o mantenimiento? Si quieres trabajar en este campo, pero no sabes por dónde empezar, te interesa este artículo. Desgranamos las skills necesarias para trabajar en el mantenimiento de robots 🤖
Intentaremos en este pequeño texto explicar un poco que necesitas aprender o que habilidades necesitas, si te interesa enfocar tu futuro laboral hacia el apasionante mundo de la robótica.
En primer lugar, debemos aclarar que cuando hablamos de robótica no estamos hablando de C3-PO o Terminator; ese futuro quizá no está muy lejano, pero está claro que no hemos llegado todavía a ese punto. Ni siquiera nos vamos a centrar en robots de última generación como el perro de Boston Dynamics que quizá hayas visto recientemente en las noticias.
La realidad actual, que sigue siendo apasionante, es que trabajar en robótica tiene más que ver con robots industriales o con robots diseñados para una tarea específica. Ejemplos clásicos de robots industriales son los robots de grandes fábricas (o no tan grandes) que se dedican a apretar tornillos en la cadena de montaje de un coche, llenar y/o cerrar botellas de agua, envasar huevos, etc. Pero también hay robots más “pequeños” adaptados a tareas específicas, desde máquinas dispensadoras hasta por ejemplo robots diseñados específicamente para cierto tipo de negocios, como pueden ser los robots para farmacias.
Vamos a centrarnos precisamente en ese ejemplo, los robots de farmacias, por tener un tamaño medio; ni es un robot integrado en una gran cadena de montaje, ni es una “simple” máquina dispensadora que no “piensa”. A ver, seamos claros: pensar, lo que se dice pensar, no lo hace todavía ninguna máquina. ¿O sí? Hay quien dice que su aspiradora tiene dos pensamientos: “aspiro” y “no aspiro”. Pero para nosotr@s eso no es pensar, sin pretender ofender a las aspiradoras…
Sin embargo, cuando a un robot de farmacia le pedimos una aspirina un brazo robotizado coge, de entre los miles de envases que está guardando, justo el envase de aspirina que antes caduca y, teniendo en cuenta la carga de trabajo de cada punto de venta, optimiza sus movimientos para acortar el tiempo de dispensación de todas las solicitudes que tiene en cola y situar esa caja concreta en el mostrador que corresponde en el menor tiempo posible. Eso ya se acerca más a lo que llamamos “pensar”, ¿no? En realidad, no piensa, pero parece que sí lo hace.
¿Qué necesito para trabajar en robótica?
Bueno, entonces, ¿qué necesito para trabajar con ellos? En primer lugar, debemos diferenciar entre si nuestra meta es el diseño de los robots o el mantenimiento. Vamos a centrarnos en lo segundo ya que, aunque los requisitos a nivel conocimientos puedan ser parecidos, para obtener un trabajo diseñando robots seguramente nos solicitarán alguna ingeniería superior, y no todo el mundo la tiene. Sin embargo, para ser técnico de robótica los requisitos serán menores al menos a nivel de titulaciones, y además hay muchos más puestos. Diseñando robots hay poca gente, pero realizando el mantenimiento hay sin duda mucha más.
Pues bien, para ser un técnico de robótica las labores que se suelen realizar son: configuración del robot, formación de los usuarios finales, mantenimientos preventivos periódicos y reparaciones correctivas cuando el robot falla. ¿Y qué necesito para esto? Pues vamos a intentar detallarlo en orden de importancia, desde nuestro punto de vista.
Capacidad de aprendizaje
Quizá sea lo más importante. Estos interesantes vocablos también se pueden sustituir por “ganas de aprender”. Como habéis visto para ser técnico de robótica hacen falta conocimientos de ramas de muy diversa índole y es muy posible que no tengas conocimientos en todos los campos. Por eso es importante que estés dispuesto a aprender, si tienes conocimientos de informática o electrónica tendrás que aprender a ajustar poleas o cintas dentadas, taladrar o simplemente quitar o colocar estantes de cristal. Y si eres más manitas y te defiendes en la parte mecánica, tendrás que aprender redes, reparación y configuración de ordenadores o PLCs, por ejemplo.
Nociones medias de informática y redes
Los robots de farmacia requieren un ordenador que es el “cerebro” de todo. Es necesario saber configurar ese ordenador, dar permisos, saber acceder a la base de datos (que contiene el inventario de medicamentos que guarda el robot con posiciones, caducidades, etc.), realizar copias de seguridad, acceder remotamente al robot, y por supuesto conocer perfectamente las aplicaciones propias del robot, tanto para utilizarlos como para poder explicaras a los usuarios finales. También, por seguridad, suele haber dos ordenadores, pensad que si solo hay uno y se avería podemos perder la base de datos con las posiciones de cada envase en particular, y habrá que vaciar todo el robot y volver a llenarlo, operación que puede durar… ¡¡varios días!! Eso quiere decir también que hay que saber algo de redes, no muy avanzado, pero suficiente para tener dos ordenadores “en espejo”, saber configurar una intranet, configurar routers y redes, etc. En resumen, no hacen falta grandes conocimientos ni ser expertos, pero sí saber manejarse con conocimientos básicos de componentes, sistemas operativos y redes.
Electrónica
El robot está lleno de sensores, PLC’s, variadores de frecuencia, motores, etc. ¿Por qué y para qué? Pues para infinidad de propósitos; los sensores (de luz, inductivos, capacitivos, …) se utilizan prácticamente para todo, desde medir los envases que metemos al robot hasta detectar obstáculos que provoquen incidentes. Los PLC’s y variadores de frecuencia tienen, entre otras utilidades, la misión de controlar los movimientos del brazo robotizado. Los motores eléctricos, evidentemente, son los encargados de los movimientos, y las cintas de transporte las que llevan los productos hasta el mostrador. Todos estos componentes y muchos otros están comunicados y alimentados a través de metros de claves y conectores, y por supuesto hay un esquema eléctrico que hay que ser capaz de interpretar.
¿Y tengo que ser experto en todo esto? Afortunadamente, no. Pero tener al menos unas nociones básicas de electrónica son muy recomendables. Cambiar un variador de frecuencia por otro nuevo, por ejemplo, requiere configurar este último. No es nada que no se pueda aprender, pero no es fácil hacerlo por primera vez para alguien que nunca ha visto uno.
Mecánica
Aunque no parezca obvio, nociones básicas de mecánica, o ser un poco “manitas” es un muy buen complemente a la hora de buscar un trabajo en este mundo. Los robots de farmacia (y prácticamente todos los robots) tienen partes móviles. Partes móviles que implican poleas, correas dentadas, etc. Y eso significa rozamientos, obviamente. El brazo robotizado de este tipo de robots puede pesar más de 20kg, y realiza seguramente miles de desplazamientos al día en varios ejes de movimiento (a lo largo del robot, a lo alto del robot, gira, palas o “chupones” que se mueven para coger o dejar envases). Eso requiere un ajuste mecánico ya que son movimientos muy precisos, los robots de farmacia deben trabajar con la máxima fiabilidad, cuando quieren coger o dejar un envase el margen de error no debe superar 1mm. de su posición teórica. Por tanto, aunque no se requieren grandes destrezas, es importante ser un poco habilidoso porque un robot mal ajustado mecánicamente provocará un sinfín de quebraderos de cabeza al usuario final… y seguramente el usuario final, que es quien paga, nos trasladará esos quebraderos de cabeza a nosotros, incluso nos atreveríamos a decir que multiplicados por un número n, tendiendo n a infinito…
Como podéis ver, se requieren bastantes destrezas para trabajar en robótica ya que muchos robots abarcan distintas disciplinas. La buena noticia es siendo bueno en uno de estos campos (especialmente electrónica), los demás conocimientos se pueden adquirir hoy en día online o en pequeños cursos prácticos. Cada empresa es un mundo, pero ya hay muchas que dada la dificultad de encontrar gente formada “oficialmente” en varias disciplinas optan por contratar gente que sepa de una de las materias que buscan y tengan conocimientos muy básicos del resto, o simplemente muestren ganas de aprender o seguridad en poder hacerlo. Como no, la actitud y adaptabilidad, ya comentado anteriormente, son fundamentales, y es algo que se puede demostrar antes de acudir a ninguna entrevista con cursos gratuitos que cualquiera puede buscar por internet e incorporar a su CV; cursos de configuración de ordenadores, de redes, lectura y/o interpretación de esquemas eléctricos, configuración de PLCs o incluso hacer tus pinitos con Arduino o dispositivos similares, cursos prácticos de mecánica industrial, etc.
Esperamos haberos ayudado, pero si os quedan dudas seguid el método 42; preguntad a vuestros contactos y amigos, y si no es suficiente, buscad la respuesta vosotros mismos en vuestro buscador favorito.
