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Pixel Art o cómo ser artista a base de clics

A finales del siglo XIX surgió una técnica pictórica que giraba en torno a la capacidad del ojo y la mente del espectador para combinar pequeñas manchas de color en una gama más amplia de tonos. Se le llamó puntillismo y fue adoptada por artistas como Seurat, Signac o Van Gogh. Cien años después, las computadoras y el software abrazaron un concepto muy similar para crear imágenes tanto estáticas como en movimiento. Aunque naciera por limitaciones técnicas, el Pixel Art ha marcado una época en el diseño gráfico del siglo XX. Contra pronóstico, continúa vigente trascendiendo hasta ser considerado un arte.

42 Madrid Fundación Telefónica Pixel Art

El término píxel define al más pequeño de los elementos que conforman una imagen: el Picture Element, donde “pix” proviene de picture y “el” de element. El píxel hace posible la idea de hablar de resolución de una imagen, o lo que es lo mismo, de la calidad que ofrece la misma cuando la visualizamos. A mayor cantidad de píxeles, mayor la resolución de esta. Son esenciales en el entorno digital ya que cada elemento que vemos en cualquier pantalla se conforma de píxeles, siendo en general, de forma cuadrada o circular. Agrupados de determinada forma, cuando los observamos desde una determinada distancia, forma el conjunto de una imagen completa. Y es ahí donde entra el Pixel Art.

El Pixel Art es una forma de arte digital basada en el uso de programas de edición de gráficos rasterizados y donde las imágenes son editadas al nivel del píxel. En el imaginario colectivo, es reconocible por la apariencia de los videojuegos durante las primeras décadas de su existencia, por lo que también se le suele denominar estilo retro, low-res o, incluso, 8 bits, aunque no sea estrictamente correcto en algunos casos. Si bien comenzó su desarrollo limitado por las carencias técnicas de la época, con el paso del tiempo llegó incluso a conformarse como un referente de la jugabilidad de un juego debido a la calidad que se había conseguido en el Pixel Art. A medida que los videojuegos fueron mejorando y evolucionando con el tiempo, también lo hizo el Pixel Art.

A pesar de los avances tecnológicos, hoy en día sigue siendo una forma válida para llevar adelante algunos aspectos de los proyectos de software modernos, destacando allí en donde algunos pesados formatos de imagen actuales exceden las necesidades puntuales requeridas. La opción del Pixel Art es muy útil cuando no se requiere una calidad de imagen superior, facilitando el ahorro de recursos a la hora de desarrollar software. A pesar de que ha sido desplazado mayoritariamente del mapa del campo técnico, existe desde hace unos años una tendencia entre muchos artistas y usuarios que ven a esta técnica como una forma muy interesante de arte. Entre ellos, Alexander, estudiante de 42 Madrid que ha dedicado muchas horas a desarrollar su creatividad a través de los píxeles. Trae a la memoria que “desde pequeño me ha gustado analizar las cosas detalladamente. Recuerdo que un día, mientras jugaba Mario Bros en Nintendo, me quedé un momento en pausa, simplemente viendo al personaje. Fui más allá de los colores y quería comprender cómo estaba hecho. Tiempo después, comprendí que estaba hecho píxel a píxel, y que más que un juego, era una expresión artística que impactó por mucho tiempo a generaciones de personas».

Antes de enterarse de que 42 llegaba a Madrid de la mano de Fundación Telefónica, Alexander había buscado muchos centros educativos para adquirir competencias digitales. Todos los que encontraba, no terminaban de llamarle la atención, ya sea porque eran muy costosos, o porque no le gustaba la metodología que usaban para enseñar. “Cuando por fin di con 42, vi que era algo único, que no necesitas un profesor para aprender a programar, que la metodología de ir subiendo de nivel en el curso es como un videojuego lo cual te motiva a mejorar cada día, sin dejar de lado que cuenta con muy buenas instalaciones para ser totalmente gratuito. Cuando vi todo eso, me dije: tengo que pasar los desafíos iniciales como sea posible”, justifica. El Pixel Art no deja de ser un pasatiempo para él. Es más, su auténtico interés reside en el terreno de la IA, donde planea especializarse en 42 Madrid: «cuando entramos en detalle y hablamos de IA aplicada a redes neuronales, nos damos cuenta de que la tecnología irá mucho más lejos de lo que podemos imaginar. Va a significar un cambio muy grande en sectores como la salud, el desarrollo empresarial, el transporte y muchos más. Yo, sin duda alguna, quiero formar parte de ese futuro«.

Para comenzar con el Pixel Art no se requiere ningún software profesional. Alexander comparte que “con el paso del tiempo, descubrí nuevas herramientas para la creación de este arte, las cuales son muy intuitivas y te permiten crear canvas y animaciones con los mismos. La más recomendada a mi parecer, es Pixilart. Es una plataforma online donde puedes crear tus diseños, animarlos y publicarlos en una galería para que otros puedan ver tu trabajo. Luego hay algunas que son un poco más complicadas de usar, como GrafX2 y GIMP”. Por lo tanto, bastaría con cualquier programa de dibujo básico para iniciarse. De hecho, muchos artistas especializados comenzaron su trabajo con herramientas tan simples como MS Paint. Para los más experimentados, sí que es aconsejable utilizar un software más sofisticado que use capas y cuadrículas personalizadas. Algunos programas de este tipo, aparte de los recomendados por Alexander, son Inkscape, Photoshop o Graphics Gale. Aprender a crear Pixel Art significa aprender a innovar soluciones creativas para satisfacer necesidades muy específicas. Es mucho más que solo dibujar. Hay que planificar, prestar atención a los detalles, adaptarse a las limitaciones de la tecnología y trazar una estrategia para superar esas limitaciones.

Aunque las expectativas más evidentes podrían ser que el Pixel Art se extinguiría una vez que la tecnología llegara al punto en el que era más práctico y factible utilizar gráficos vectoriales y el 3D CGI, no ha sido así. Existe demanda y su mercado no para de crecer ya que su ámbito de aplicación se extiende. Si en un principio estaba inexorablemente relacionado a los videojuegos, ahora es aplica para diseños de sitio web, diseño de interfaz, diseño para textiles, infográficos, juegos móviles, gráficos de televisión, cómics, películas o como forma de arte independiente que consigue llegar a ser expuesta en galerías y colmar colecciones privadas. Y más. ¿Algunos artistas con trabajos interesantes? Aquí va una pequeña selección variada: Octavi Navarro, Waneella, Mazeon, Kirozake, Uno Moralez, Diego Sanches, Excalibur, Craig Robinson o el colectivo eBoy.

“Una vez dentro de 42 Madrid, como estudiante, he descubierto la cantidad de eventos que se realizan gracias al Staff, y que me permiten ampliar mi formación en soft skills, tecnologías punteras o hackatones. Se me dio la oportunidad de participar e implementar mis diseños de Pixel Art dentro de un videojuego para la Global Game Jam 2020 y, a pesar de no salir ganadores, nos hemos llevado un montón de conocimiento nuevo, porque para eso estamos en 42, para aprender y ser perseverantes”. No parece que Alexander quiera orientar su carrera por esta vía, pero generar un espacio favorable para la interacción y la creatividad es necesario para mantener la motivación en cualquier proceso formativo. Lo dicho, no se necesitan ni un lienzo ni un pincel para crear. Basta con unos cuantos clics para empezar.

por Eduardo Santana