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De Urduliz a Madrid y de Madrid a Urduliz: Estación 42

Tras el éxito de la primera conversación intercampus entre estudiantes de Urduliz y Madrid, era cuestión de tiempo que repitiéramos la experiencia. En esta ocasión, los protagonistas son Iñaki y Raquel. El primero de Urduliz, la segunda desde Madrid. No se conocían previamente. Tal como aventurábamos, por mucho que les separen kilómetros y experiencias vitales, ambos demuestran que tienen mucho más en común de lo que piensan. La metodología de lo que es mucho más que un campus de programación funciona y deja huella.

Conexión 42 Urduliz - 42 Madrid

¿Cómo conociste 42?

RAQUEL: A mí me hablaron de 42 Madrid allá por septiembre de 2019. Estudié Diseño gráfico y siempre me ha gustado la parte de diseño digital, que es en la que me especialicé. Y lo tenía tan claro que pese a no haber pasado mi primera piscina aquí estoy un año y algo más tarde repitiendo la experiencia.

IÑAKI: La primera vez que oí hablar de 42 fue de Codam, el campus de Ámsterdam. Pese a haber estudiado hostelería siempre me ha gustado la tecnología. Luego, cuando viví en Barcelona, oí acerca de 42 Barcelona, pero antes del estado de alarma me vine a casa para estar cerca de mis padres y, en cuanto vi que 42 Urduliz era inminente, no lo dudé ni un segundo…al tercer campus va la vencida.

¿Estuviste muy pendiente del f5 para conseguir una plaza en la piscina?

RAQUEL: Siempre me ha gustado desarrollar aplicaciones y para la segunda me acuerdo de que estaba de viaje de trabajo y no conseguí plaza. En febrero estuve más pendiente del f5 y conseguí plaza y ahora en julio animé a una amiga a hacerla y el día que abría el site tuve que repetir los juegos a toda pastilla porque no sabía que se anonimizaban.  Al ser mujer, tuve la suerte de que aún quedaban plazas para mujeres sin cubrir.

IÑAKI: Yo tuve suerte y sí, estuve muy pendiente del f5.

¿Qué tiene Urduliz/Madrid que no tiene el otro?

RAQUEL: me gusta bastante el complejo en sí de dónde estamos, Distrito Telefónica. Está bien comunicado tanto si vienes en coche particular o en transporte público y es que tenemos una parada a 50 metros de 42. Otra cosa que me encanta es toda la luz que entra por los ventanales.

IÑAKI: Nosotros luz natural con el mal verano que está haciendo no tenemos mucha. Si te quieres relajar nuestras vistas son las mejores, por un lado, montañas y por el otro el mar. En cuanto a actividades deportivas también está fenomenal, tenemos una cancha de baloncesto, un campo de fútbol enfrente y además para los que venimos desde Bilbao en bicicleta, tenemos facilidades como las duchas o poder guardar las bicis dentro del edifico.

¿Qué te llevas de esta experiencia?

IÑAKI: Aparte del conocimiento de programación y soft skills a nivel personal, sobretodo la gente y la variedad de personas. Aquí encuentras personas que, pese a ser muy diferentes a ti puedes aprender, por ejemplo, diferentes puntos de vista que igual tú ni te habías imaginado.

RAQUEL: En eso coincidimos, al final estamos acostumbrados a juntarnos con tus amigas/os de toda la vida, que has crecido con ellos y aquí te encuentras a gente muy diferente, que te aportan un montón y tú a ellas/os.

¿Qué le dirías a tu yo piscinera/o?

RAQUEL: Yo he hecho la cuarta y la octava (En 42 Madrid se está celebrando la novena actualmente) piscina así que a mi yo piscinera ya le di un consejo muy importante para la segunda oportunidad: No tires la toalla y da lo mejor de ti y ahora que he entrado como estudiante sé que es un buen consejo.

IÑAKI: Tomármelo más como una carrera de fondo porque sí que es verdad que veníamos muchas horas y quizás ya la última semana me hubiera gustado estar un poco más fresco. Además de tomarme más en serio los consejos de descansar, comer mejor y cuidar un poco la alimentación.

¿Qué queréis conseguir en el futuro de la mano del código?

RAQUEL: yo me había formado en diseño gráfico y también en marketing a través de un máster, pero sentía que necesitaba conocer la parte más técnica. Además, estoy intentando montar mi empresa y creo que de aquí lo que precisamente te puedes llevar a la hora de montar una empresa además de los conocimientos es la gente. Si tienes espíritu emprendedor rodéate de gente que quiera formar parte de ese equipo, entonces creo que es una muy buena oportunidad.

IÑAKI: a mi me gustaría emprender y unir turismo, que es en lo que he trabajado la mayor parte de mi vida, con la programación que me encanta y poder crear alguna start-up que digitalice o facilite recibir e intercambiar información con otras culturas.

¿Qué importancia le dais a las hard y soft skills y en cuál estáis mejorando gracias a 42?

RAQUEL: Para mí están muy igualadas porque las soft y hard skills las tengo más desarrolladas en la parte de diseño que he controlaba por mi trabajo y ahora que tengo que mejorar ambas habilidades las pongo al mismo nivel de importancia. Aquí podría decir que la soft skills que más estoy mejorando es la de resolución de problemas.

IÑAKI: Las soft skills las he ido reforzando desde que era pequeño. Entonces yo ahora estoy más centrado en las hard skills, lo que es la técnica, aprender, afianzar los conceptos. Pero la habilidad que más estoy mejorando es la humildad, humildad para pedir ayuda a los demás.

¿Alguna vez habíais imaginado poder estudiar a vuestro propio ritmo y que os enseñasen vuestras/os compañeras/os? ¿Y poder enseñar a vuestras/os compañeras/os?

RAQUEL: A mi la educación tradicional no me funcionó. Yo tengo mucha memoria auditiva y al final la mejor manera era que me lo explicara alguna persona en un lenguaje más coloquial y por teléfono. Y también creo que hacer algo que verdaderamente te gusta y por eso también quieres que tus compañeras/os se formen y te esfuerzas tanto en aprender como en que tu entorno aprenda.

IÑAKI: Para mí es un método que me encaja porque es una metodología más abierta, tienes parte común y luego cada uno puede ir centrándose en sus intereses y a mi la educación tradicional tampoco me funcionó. Aquí te puedes centrar en lo que verdaderamente te gusta y avanzar a tu ritmo sin sentir presión por ir diferente al resto.

¿Si pudieras irte a algún otro campus de la network, dónde te irías?

IÑAKI: Yo dudaría entre 42 Wolfsburg, ya que es el más cercano a Berlín que es mi ciudad favorita. Y aparte creo que la mentalidad alemana es muy distinta a la nuestra, entonces creo que aprendería mucho ahí. Pero mi sueño es vivir en Australia, ya he estado un par de veces y creo que si me dieran a elegir ganaría 42 Adelaida.

RAQUEL: Si es para visitar, iría a todos. Si tuviese que elegir uno para estudiar, por salir de Europa, y creo que con el teletrabajo sería posible, adaptando los horarios, me decidiría por Canadá, 42 Quebec.

¿Le recomendarías a alguien que no sabe nada de código que pruebe?

IÑAKI: Yo se lo recomendaría a todo el mundo. Tengo gente del bootcamp que se han apuntado y creo que hasta el instructor también está en la próxima piscina. La programación es universal y sepas o no sepas de antes, en 42 aprendes mucho más que programación.

RAQUEL: Sí, estoy de acuerdo, tengo amigas que les he traído y no sabían nada de programación y también a amigos que sí sabían mucho de programación. Mi mejor amigo que es desarrollador desde hace 10 años le he dicho que se apunte, puede aprender, ya solo en la piscina mucho más que programación.

¿Qué mensaje lanzaríais a la gente que duda de si apuntarse a la piscina?

RAQUEL: Yo a todas las mujeres les diría que los propios límites no te los ponen los demás, te los pones tú. Debes de dejar atrás los estereotipos y creo que todo el mundo debería ser valiente para intentar lo que realmente quiere. Y que la gente se quite los clichés de lo que es un informático o un programador. Aquí en Madrid, tenemos una programadora que es referente para todos sus compañeros.

IÑAKI: Yo soy muy feminista así que mi mensaje también va para animar a esas mujeres que están en duda. Hace unos años la informática era solo para un tipo de industria, y ahora es tan amplio que todas las industrias dependen de la informática.  Y, sobre todo, el tema de la empleabilidad. No hay paro y si quieres cambiar de rumbo o dar un giro a tu trayectoria profesional es un buen cambio. No tienes nada que perder y mucho que ganar. Aquí hay mujeres, pero necesitamos muchas más, su visión y su forma de programar aporta mucho a este entorno tan masculino.