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Darío o cómo sentirse Pedro Páramo en una piscina de 42 Madrid

La novela "Pedro Páramo" es la primera del escritor mexicano Juan Rulfo y uno de los libros cumbre de la literatura en lengua castellana. Darío, candidato de la piscina de mayo de 42 Madrid estudió periodismo antes de lanzarse al código. Le encanta leer, de ahí la referencia inicial. Darío no tenía apenas conocimientos previos de programación, solo lo básico de HTML, pero siempre le había llamado la atención la programación. ¿Ciberseguridad, videojuegos y el blockchain? No sabe todavía en qué se especializaría de conseguir superar la piscina, pero, de momento, ya es muy consciente a dónde ha llegado. 42 es diferente, 42 engancha. Te lo cuenta él mismo en el siguiente texto 🏊

La primera semana dentro del mundo de la programación es muy fácil sentirse Pedro Páramo, perdido en un mundo que no entiendes pero que sabes que tiene un sentido. A cada paso de los primeros que das vas entendiendo que son necesarias muchas habilidades en tu camino las cuales aún no posees y son indispensables.

Analizar tu alrededor es el primer requisito. Aunque nunca te hayas parado a pensarlo, todo lo que usas en tu día a día funciona gracias a la programación, si estás leyendo esto es gracias a la programación. La máquina que ha cosido tu ropa funciona con programación, el metro en el que vas a trabajar… Comienzas a hacerte preguntas, intentas entender el mundo actual y su funcionamiento para crear nuevas realidades en él. El segundo paso es la decepción. La magia no existe, es una sensación parecida a ver a tus padres poniendo los regalos debajo del árbol cuando eras pequeño, un punto de inflexión que te va a hacer madurar y progresar.

Atrás quedaron los años en los que la humanidad se veía obligada a imaginarse deidades a las que adorar para explicar fenómenos científicos que no llegaban a entender, como la lluvia, la embriaguez o el amor. No hay ningún Dios detrás del ordenador que arranque ningún código, sino que existen procesos formados por una sucesión de números y letras que es necesario aprender a entender, dominar y ejecutar.

Para sobrevivir en este mundo también necesitas aprovechar los recursos a tu alrededor. En lugar de agua, minerales y fruta, nútrete de bibliotecas de código, foros o el conocimiento de otros programadores. Vivimos en una época maravillosa para la información y el intercambio de ideas. ¿Y si alguien dio con una solución para el problema que estás teniendo en tu código y decidió compartirlo con el resto del mundo? Un buen programador es un buen explorador, no tengas miedo al exterior, el orgullo no llega a ningún sitio.

Y de repente todo explota. Tu código no funciona, nada tiene lógica y la pantalla del ordenador llena de caracteres sin sentido se convierte en un blanco atractivo con el que pagar tu frustración. P – A – C – I – E – N – C – I – A. Le sucede a todo el mundo, novato o experto. Descansa, da un paseo, no te rindas, piensa por lo que empezaste. La frustración es parte del proceso, pero la satisfacción de conseguir tu objetivo será mucho mayor.

Nadie dijo que el camino hacia ser programador fuera fácil (y si lo dijo, mentía), pero sin duda merece la pena recorrerlo hasta donde de el código y más allá. Ah, bueno y sobre lo de Pedro Páramo la verdad es que no entendí del todo el libro, ¿Habrá alguna función que lo explique?

Darío Robles, piscinero de 42 Madrid