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Actitud 42: Camila Fernández

Para este cuestionario buscábamos a una persona que fuera perseverante, creativa, inteligente, ambiciosa y voluntariosa. Podríamos haber dado con muchos otros estudiantes, pero Camila se cruzó en nuestro camino. Lleva más de un año como estudiante de 42 Madrid, el campus de programación de Fundación Telefónica, y sus expectativas de hoy ya contemplan un futuro ayudando a crecer a otras personas como ella.

Camila - Estudiante 42 Madrid Fundacion Telefonica

¿Tenías algún conocimiento de programación antes de lanzarte a la piscina?
Cero. Realmente, antes de entrar en la piscina y vivir toda la experiencia 42, no tenía como reto en mi vida estudiar programación y ahora me encanta.

¿Recuerdas qué sensaciones te llevaste a casa al volver a casa tras tu primer día de piscina?
Una explosión de sensaciones, todas juntas y revueltas. Como todo era nuevo, me gustaba mucho, pero también me veía perdida. Las preguntas sin respuestas eran un poco frustrantes, pero la ayuda de compañeros nuevos me hacían sentir aliviada, los retos de los proyectos un poco perdido y al final del día ya te habías enganchado. ¡Quería más!

¿Cuál ha sido el mayor desafío personal al que te has enfrentado desde que eres estudiante de 42 Madrid?
Cada paso que das en 42 es un desafío. Pero el más grande al que me he enfrentado, es a mí. Como mencioné antes, algunas cosas te pueden a llegar a frustrar, que un código no te salga, que haya un mínimo detalle que has olvidado pero no sabes dónde está, mil cosas. Por mi parte en ese aspecto, controlar mi temple ha sido mi desafío.

¿Y el momento más divertido?
Todo lo que vives en 42, es muy loco, ya lo digo. Pero en particular el momento más loco, fue cuando unos compañeros y yo nos quedamos en el campus la noche antes del examen final de la piscina. A apurar para subir proyectos, a corregir a compañeros, y como las horas de corrección te salen pues cuando un poco le da la gana, esa noche literal me pasé dos horas refrescando la página para que me saliera alguien que me corrija. Dormí dos horas y algunos compañeros ni eso creo, eso sí, luego mucho café, muchas ojeras, para el examen y a por todas.

Teniendo la opción de seguir trabajando en remoto, ¿por qué has elegido seguir avanzando en tu formación de manera presencial en el campus de 42 Madrid?
Uno de los pilares principales en 42 son tus compañeros. Con su ayuda, el camino se hace más ameno, aprendes mucho mejor las cosas. Aunque por esta situación del Covid es un poco difícil porque igualmente hemos estado distanciados por 2 metros. Aun de lejos, podemos compartir nuestro punto de vista sobre un código, acompañarnos y apoyarnos que es lo principal.

¿Sientes interés por alguna tecnología o área en particular?
Me genera mucha curiosidad el ámbito de la ciberseguridad y la IA. Es increíble cómo un sistema puede llegar a pensar como un humano, actuar como él y hasta pensar racionalmente.

Siendo ambiciosa, ¿cómo te ves en cinco años? ¿Y en quince?
En cinco, trabajando en lo que me gusta, llegar a ser una experta en el ámbito por el que me decida. Y en quince, estar bien plantada para poder ayudar desde mis posibilidades y dar la misma oportunidad de crecer que me está dando 42 a más personas.

De los eventos, presenciales y en remoto, celebrados en 42 Madrid, ¿cuál o cuáles te han marcado más o sido de mayor utilidad?
El evento del Ciclo Maker. Estas charlas me dejaron fascinada y sobre todo con la explicación de José Miguel, que tocó varios aspectos de cómo uno tiene a su alcance y puede con una mínima inversión económica montarse un sistema de control, aunque también mucha dedicación a entender y aplicar los conocimientos de sistemas embebidos.

Echando la vista atrás, ¿qué le aconsejarías a la Camila del primer día en el campus?
Que sea como una esponja para poder absorber todo lo que aprenda desde el primer segundo en el campus, ya que todo eso le servirá para un futuro.

Tres palabras o conceptos con los describirías 42 Madrid:
Libertad, compañerismo y constancia.